jeudi 13 décembre 2012

Zambra de la Capitana Alice Guy 1905

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MARÍA GRACIA CORTÉS CAMPOS, bailaora gitana, más conocida en el mundo del más puro arte del baile gitano con el apodo de GOLONDRINA, nació en Granada en el año de 1843. Figura mítica de la zambra. Era hija de un herrero. A los once años ya bailaba en las zambras que organizaba el Cujón. Actuó con su zambra en la Exposición Internacional de Londres. Por siguiriyas y por soleares brillaba singularmente. José Carlos de Luna dejó un relato estremecedor en que uno de los protagonistas fue esta Golondrina, anciana de setenta y nueve años de edad. Era 1922, durante la celebración del famoso Concurso de Cante Jondo, y los hechos ocurrieron en el curso de una fiesta privada que tuvo lugar en un Carmen de la Alhambra. Me quito el sombrero, para arrodillarme a sus pies, bailaora como la golondrina nunca se volverán a ver, quedara en la historia como una de las grandes que España ha tenido, para el mejor arte del baile que tenemos en los siglos. Cantaba Chacón y le acompañaba Montoya. "Frente a nosotros, agazapada en el suelo como un montoncillo de picón, lloraba mansamente una viejecita, prendida en las soleares de Enrique el Mellizo que Chacón decía como los ángeles (...) Levantóse la viejecilla gitana y dirigiéndose a Montoya le dijo sin preámbulos: '¡Niño! Sigue por el mismo toque que voy a bailarlas! Extraña, aquella ruina que para honrar la fiesta lucía sus galas de señora; vestido casi pingajoso de seda negra y encajes crema, un pañolito de talle de crespón celeste bordado de rosas pajizas, unos deformados zapatos de lona blanca y chato tacón de cachurrilla... ¡Era un espantapájaros!, y... sin embargo, ¡tenía un no sé qué de garboso empaque! (...) Comenzó Montoya por el toque del Jerezano, y solo tres o cuatro cañís, entre los 30 ó 40 que se desojaban mudos de respeto, se lanzaron a componerle el son. La vieja, derecha como un álamo, levantó los brazos y echó atrás la cabeza con majestad impresionante; sus ojos de color violeta no pestañeaban, y en el encopetado moño de su pelo, casi negro, apenas temblaba un ramito de blancas azaleas al cobijo de la peineta de pasta rosa. Principió a bailar y todos sentimos ese soplo de raro viento que eriza el vello y da escalofríos. Apareció en Montoya la sonrisita de estupor, y Chacón, que nunca cantaba para bailaores, temblándole el labio -su tic de emocionado- se arrancó por las soleares de Ramón el de Triana, que se pegan al baile como un volante más del vestido a las piernas que lo mandan y airean. ¿Qué era aquello? Esbelta, garbosa, señoril... ¡bellísima! Con su cara de imagen nuevecita, enderredor de la que como palomas zarcas revolotean sus manos; casi sin rozar el suelo, escobilleó con el repulgo que piñonea la perdiz y el mimoso respeto con que se besa el recuerdo de una madre." María Gracia Cortés Campos fue fundadora en el arte de una importante dinastía del flamenco granadino. Casó con Miguel Amaya Cortés, un tratante de ganados con el que tuvo tres hijos: Miguel Amaya Cortés, que fue cantaor; la segunda Golondrina, Carmen Amaya Cortés, bailaora desde los once años y especialista como la madre en soleares y siguiriyas, que estuvo bailando en el Pueblo Español durante la Exposición Internacional de Barcelona; y Dolores Amaya Cortés, La Colina, excelente bailaora de farruca y garrotín. La tercera y la cuarta generaciones abundan igualmente en artistas flamencos. La tercera Golondrina, María Fajardo Amaya, debió ser la que el pintor André Villeboeuf vio bailar en un cuadro mediocre en el hotel Alhambra Palace, causándole tal impresión que dejó el emocionante relato en un libro de memorias. "La Golondrina se levanta y se ilumina todo...". LA SEGUNDA GOLONDRINA CARMEN AMAYA CORTES, bailaora gitana, más conocida en el mundo del más puro arte del baile gitano con el apodo artístico de LA SEGUNDA GOLONDRINA, nació en el Sacromonte (Granada) en el año de 1906, y murió en su Granada en el 1996. Bailo desde pequeña en la zambra de la Amaya y también actuó en la de la Coja. Intervino en las películas de María de la O y Forjas de Almas, y en Festival de Cante Jondo de Granada del año 1922. Actuó en Barcelona en la Exposición Internacional y abrió la zambra de la Golondrina con su marido Joaquín Fajardo, guitarrista, y sus tres hijos en el año 1947, actuando por toda Andalucía y en Marruecos. Le bailó a Franco en la Granja, llegando a actuar muchas temporadas en el Hotel Palace. Intervino en la obra Martinete y, con el espectáculo de D. Antonio Chacón, recorrió toda España. Por su zambra pasaron grandes personalidades como Carol Baker, Ava Gardner, Bette Davis. La pintaron y fotografiaron los artistas de su época. http://www.youtube.com/watch?v=Zn4Abfwfsps LA SEGUNDA GOLONDRINA, por ser hija de la celebre bailaora María Gracia Cortés Campos, llamada de apodo GOLONDRINA, María Gracia Cortés Campos fue fundadora en el arte de una importante dinastía del flamenco granadino. Casó con Miguel Amaya Cortés, un tratante de ganados con el que tuvo tres hijos: Miguel Amaya Cortés, que fue cantaor; la segunda Golondrina, Carmen Amaya Cortés, bailaora desde los once años y especialista como la madre en soleares y seguiriyas, que estuvo bailando en el Pueblo Español durante la Exposición Internacional de Barcelona; y Dolores Amaya Cortés, La Colina, excelente bailaora de farruca y garrotín. La tercera y la cuarta generaciones abundan igualmente en artistas flamencos. La tercera Golondrina, María Fajardo Amaya, debió ser la que el pintor Andrés Villeboeuf vio bailar en un cuadro mediocre en el hotel Alhambra Palace, causándole tal impresión que dejó el emocionante relato en un libro de memorias. "La Golondrina se levanta y se ilumina todo...".

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